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Cuando proyectamos nuestras acciones futuras
necesariamente debemos partir de un diagnóstico preciso del presente
En una situación marcada por la incertidumbre que el actual estado de cosas plantea, todo pareciera ser impreciso. Pero lejos de paralizarnos, ello nos propone repensar nuestras actividades para vencer los obstáculos que la nueva realidad nos propone. No sabemos si la pandemia será próximamente un mal recuerdo. Lo que sí sabemos es que debemos diseñar nuestras acciones como si este fenómeno fuera recurrente en el futuro.
Para ello, veamos de dónde partimos:
- La actividad económica claramente se halla afectada en todo el mundo pero con mayor incidencia en los países de nuestro continente.
- En cuanto al comercio en general, vimos declinar su desempeño con bajas notorias en las ventas lo cual afectó el empleo formal que se contrajo, en promedio, un 2.6 % durante el año 2020.
- Se produjo además, un claro éxodo de población hacia la periferia de las ciudades, se valorizaron ubicaciones en countries y clubes de campo y como contrapartida la actividad presencial, sobre todo en oficinas, claramente se vio mermada con afectación clara de los valores inmobiliarios de éstas.
Estos datos impactan de manera particular sobre el desarrollo y selección de nuevas inversiones. Es entonces, que adentrándonos en nuestra actividad en el País, veremos reproducir, con mayor frecuencia, Centros Comerciales de menores dimensiones, ubicados en zonas periféricas de los grandes conglomerados urbanos, más abiertos y amigables con el entorno y sobre todo, con un tenant mix priorizando servicios esenciales.
En particular, la actividad de los Shoppings Centers fue a mi entender injustamente discriminada respecto del resto de las actividades, imponiéndose cierres durante meses que afectaron las economías de las empresas que confían en nuestro canal de ventas. Ello debido a la idea preconcebida que los centros comerciales, por ser espacios “cerrados” eran propicios a la propagación del virus.
Lo cierto es que nuestros centros comerciales se han destacado por ser estrictos a la hora de cumplir con los protocolos y ellos nos granjeó la opinión favorable de la mayoría de la población a la hora de juzgar nuestro desenvolvimiento. En este sentido debemos ser congruentes y persistentes en este comportamiento. En épocas en que las restricciones parecen condicionar el desenvolvimiento de nuevas inversiones en nuestro sector, es precisamente el momento en que debemos considerar que estamos frente a una oportunidad.
El día después nos propone un desafío. Nuestra industria seguramente está preparada para asumirlo.
*Mario D. Nirenberg es gerente general de la Camara Argentina de Shopping Centers.
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